Pngamos que hablo... de Madrid
Semana rara,
El lunes, descanso.
El martes, lío infinito que no me deja.
El miércoles no hay dos sin tres. Nada de nada.
El jueves, nado medio bien, dentro de mis posibilidades claro.
El viernes, salida de 125 Km y un par de subidillas. Bien en general pero muy cansado.
El sábado piscina con pull porque se me subía algún músculo que juraría no tener en la planta del pie, después chorros de agua, como sustiitutivo del masaje.
El Domingo 98 Km de bici a ritmo moderado/alto pero con cansancio de persona mayor.
El viernes después del paseo en bici y la ducha reconfortante, mientras iba en el coche fue un de esos momentos en los que uno se siente bien consigo mismo. Me sentía cansado, satisfecho y tal vez realizado porque era la primera vez en lo que iba de semana (además del tiempo que empleo con mi familia, claro está) que hacía algo que tenía sentido. Me sentía en tanta paz, que hasta fui cantando mientras conducía por Madrid, la cual me pareció hasta bonita.
Cuidado que con esto no quiero decir que me guste Madrid, eh?
Siempre he criticado mucho a Madrid, porque realmente no me gusta el estilo de vida de las grandes ciudades, pero creo que tengo que estar agradecido por lo que me ha dado. Una serie de experiencias y vivencias buenas y malas, pero que me han obligado en ocasiones a sobrevivir en esta "jungla" y me han hecho madurar. Pero lo mejor fue cuando el otro día fui al "mecánico" al mismo hospital donde han nacido mis hijos y paseando un mediodía con mi mujer, con el sol cálido por el bulevar de Juan Bravo…me sentí BIEN, pero favor que no se me malinterprete, que uno es de pueblo y los ancestros tiran; y mucho.